martes, 5 de diciembre de 2017

Mi pequeño ensayo sobre la ceguera...



Entristecido por su repentina ceguera, recordó lo mucho que había dejado de ver mientras podía hacerlo. Su ceguera no sólo era una cuestión física, pensó, era también ética.


Eran carencias humanas que impedían ver todo lo que pasa a su alrededor, por una apatía inherente a la condición humana o por la comodidad de no intervenir ni actuar, hasta que el mal nos toque a la puerta.


Se juró a sí mismo que si recuperase la visión haría mucho más por él y por su familia, sus vecinos y en general por todos los humanos.


*basado en el Ensayo sobre la Ceguera, José Saramago



@Carmencita.sp